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Hungría,
País Invitado
12 Razones para visitar Hungría
|Sitios de interés
en Hungría |
1.- Húngaros hospitalarios
¿Cómo son los húngaros? Interesantes, variopintos.
Las tribus nómadas paganas que llegaron en el año
896, se fundieron con los pequeños grupos que encontraron
en la Cuenca de los Cárpatos. Luego, a lo largo de la historia,
invitaron a monjes, maestros, artistas y colonos de los países
vecinos, e incluso más lejanos, que con su cultura y costumbres
enriquecieron a la cultura húngara. Según la opinión
de los extranjeros, los húngaros son listos, talentosos,
alegres, románticos, pero sobre todo muy hospitalarios.
2.-La cultura de 1000 años
Efectos culturales orientales y occidentales se ligan con las tradiciones
de un estado de 1000 años. Los recuerdos del Imperio Romano,
los edificios del dominio turco de 250 años, pequeñas
iglesias de la Edad Media y relucientes basílicas, ruinas
de castillos encimas de montes y palacios con pozos, todos ellos
son testigos de una ágil historia.
Los monumentos, museos y eventos de las cuatro ciudades reales,
las capitales medievales del país -Esztergom, Székesfehérvár,
Buda y Visegrád-; Veszprém, la ciudad de las reinas
Györ y Vác és Eger, que hasta hoy día
conservan su casco histórico barroco; Köszeg, construida
alrededor de su castillo, y Soprom, rodeada de su muralla; Szentendre
y Pécs, de ambiente mediterráneo, o Szeged y Debrecen,
centros culturales, garantizan un viaje con mucho contenido y lleno
de vivencias.
3.- Naturaleza inalterada
Un pequeño país, Hungría posee una riqueza
natural destacada. Si juntáramos las zonas protegidas y los
parques naturales que se encuentran aquí, ese territorio
de 520 mil hectáreas podría competir con los parques
naturales más importantes del mundo. Entre los nueve parques
naturales, se encuentran paisajes con ríos salvajes, colinas,
lagos extensos, montañas cubiertas de bosques frondosos,
llanuras inmensas y ricas zonas cársticas, letreros y senderos
indican el camino a los caminantes, ciclistas, fotógrafos
de la naturaleza y observadores de los pájaros.
4.- El país de las aguas termales
Quizás bajo Hungría se esconda un mar de aguas termales.
De todas formas es seguro que casi en cualquier sitio que se perfore,
se encontrará una fuente termal. De las casi mil 300 fuentes
descubiertas hasta hoy, 80 se encuentran en Budapets. En casi 70
poblaciones hay baños termales, piscinas con agua termal
y hoteles termales construidos sobre la fuente. Tenemos aguas termales
para enfermedades reumáticas y del aparato locomotor, problemas
dermatológicos y ginecológicos, enfermedades inflamatorias
y para tratar los problemas de los problemas digestivos, óseo
y nervioso. Un tratamiento puede servir de rehabilitación
o de prevención, porque para poder disfrutar del regalo abundante
de la naturaleza, no hay que estar enfermo.
5.Intensa Vida Cultural
Hungría – el país de Bartók y Kodály-
es un imperio musical. Y no solamente de música clásica,
porque ¿hay alguien que no conozca las operetas de La Reina
de csardas y La Viuda Alegre? Para una cena agradable, es indispensable
la música gitana o un programa folclórico, con movidas
y rápidas danzas húngaras. Al Festival Primaveral
de Budapest que dura dos semanas, se han incorporado 11 ciudades
más, pero podríamos mencionar el Festival de Balaton
de mayo o el Festival de Ópera y Ballet de agosto en Budapest,
los Juegos Festivos al aire libre en Szeged, las jornadas Artísticas
de Zemplén en Sárospatak, o el Festival Judío
de Verano en varias ciudades. Se organizan conciertos con regularidad,
en varias iglesias y castillos. La elección no es nada fácil.
6.- Budapest, La Reina del Danubio
No es una casualidad que se denomine así. Por su ubicación
única, Budapest es una de las ciudades más bonitas
del mundo. Buda, montañosa, y Pest, llana, se separan por
el río ancho, que en días frescos de primavera sigue
siendo azul. Cuevas, fuentes termales, áreas protegidas,
y todo esto en una metrópoli de dos millones de habitantes.
Entre sus monumentos se encuentran el anfiteatro romano y los baños
turcos, pero también la variante especial del neoclasicismo
húngaro. Los teatros, salas de conciertos y la ópera,
las cafeterías, cervecerías y clubes de jazz, ofrecen
una amplia gama de posibilidades. Hay una cosa imposible de hacer
en Budapest: aburrirse.
7.- El Lago Balaton
Es el lago de agua caliente más grande de Europa Central.
Las familias con niños pequeños prefieren sobre todo
la orilla del Sur, menos profunda. A lo largo de la orilla del Norte,
con aguas más profundas, se elevan montañas volcánicas.
Vale la pena subir a ver los órganos de basalto del Badacsony
o del monte de San Jorge, y mientras tanto probar los vinos exquisitos.
A unos kilómetros de las playas ruidosas del Balaton, las
singulares formaciones de piedra, pájaros y fauna del Parque
Natural del norte del Balaton hechizan a los visitantes. La iglesia
y el monasterio de la península de Tihany fueron construidos
hace 900 años. Entre las ciudades que rodean el lago, la
más antigua es Keszthely, que con su pomposo castillo barroco,
iglesia gótica medieval y museos, es un destino no sólo
veraniego. El lago termal del cercano Héviz en realidad es
un lago de cráter. Su agua de 38 grados y sus barros, son
excelentes para las curas de enfermedades del aparato locomotor.
8.- Escenarios del Patrimonio de la Humanidad
Hungría tiene seis sitios declarados Patrimonio de la Humanidad
por la UNESCO. Dos de ellos, el sistema cárstico de Aggtelek,
con el complejo de cuevas más grande de Europa Central, y
la llanura seca del Hortobágy, son parques naturales. A la
herencia construida pertenecen el cementerio antiguo cristiano,
encontrado en Pécs, con sus cámaras mortuorias pintadas;
la abadía de mil años en Pannonhalma, que sigue funcionando
hasta nuestros días; el panorama de Buda con el castillo
y la ciudadela del monte Gellért; y Hollókö,
la pequeña aldea que conserva forma medieval, arquitectura
popular y tradiciones. Desde el año 2002, la región
de Tokai y la Av. Andrassy de Budapest se incorporaron a esta lista.
9.- Arte popular variado
Despedir el invierno, dar la bienvenida a la primavera, la siega
en verano o la vendimia de otoño, todos significan un buen
propósito de celebración, pero la mayoría de
las tradiciones se relacionan con la fiestas religiosas, la Pascua,
Pentecostés y las Navidades. En estos eventos se puede ver
a los lugareños vestidos con ropa folclórica, pues
siguen cuidando sus herencias tradicionales. El mundo de los motivos
y colores de las diferentes partes del país, es muy variable.
Los más conocidos quizás son los diseños de
Kalocsa, que no sólo aparecen en la ropa y los bordados,
sino que son pintados en las paredes de las habitaciones por las
señoras de manos hábiles. El arte matyó, con
todo su colorido, se presenta en el museo de Mezókövesd.
Los ejemplos más bonitos de la arquitectura popular están
expuestos en los museos al aire libre, en varios lugares del país.
10.- Actividades, deportes, recreación
En Hungría se puede montar a caballo en la naturaleza, no
hay ninguna valla o señal que corte el paso del explorador.
Cuadras de caballos de elevado nivel, con una oferta adecuada y
especialistas formados. La diversidad de colinas y llanuras ofrece
itinerarios interesantes para los turistas en bicicleta. Los que
prefieren caminar, tienen la posibilidad de recorrer unos 11,000
Km. de senderos señalados, la mayoría de los cuales
lleva a montañas o colinas. A los aficionados a la pesca
y deportes acuáticos les esperan lagos y ríos con
distintas características. En el lago Tisza incluso se permite
el uso de las lanchas de motor y el jet-ski. Los amantes del golf
también pueden practicar su afición en Hungría:
tienen la posibilidad de elegir entre dos campos de Budapest y nueve
de las provincias.
11.- Comidas condimentadas, vinos excelentes
¿Sabía usted que el verdadero gulasch es una sopa?
Y lo mejor es prepararlo en fuego al aire libre, en caldero. El
sabor y el color rojo del pimentón constituyen una parte
muy importante de muchas otras comidas húngaras. La popularidad
de la cocina húngara se debe a la riqueza de sus sabores.
Viajando por el país vale la pena probar las especialidades
locales, porque hay diferencias significantes entre las cocinas
de la llanura, las montañas del Norte y el Transdanubio.
Las especialidades culinarias se completan por la oferta de las
22 regiones vinícolas. Entre sus vinos se encuentran varios
llamados Hungaricum, variedades que sólo existen en Hungría.
El testimonio de la importancia de las buenas comidas y los vinos
en la vida de los húngaros, es la frecuencia de los eventos
gastronómicos. Hay competencias de preparar sopa de pescado
y embutir chorizo, festivales de cebolla y de pimiento, jornadas
de manzana, festival de sandía y de cerezas y, naturalmente,
fiestas de vendimia, vino y cava.
12.- Buenas posibilidades de compra
Todo el mundo quiere llevarse algún recuerdo o regalo de
su viaje. Los típicos objetos húngaros son la porcelana
pintada a mano, el cristal, el encaje y los objetos de arte folclórico:
tejidos, bordados y obras de alfarería. Una buena idea para
regalar es un libro de cocina con un paquete de pimentón,
un buen vino húngaro o un aguardiente de frutas. En los centros
comerciales de Budapest y las provincias o en las tiendas elegantes
del centro, usted tiene la posibilidad de comprar productos húngaros
y de marcas internacionales a un precio favorable, libre de impuestos.
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